viernes, 28 de diciembre de 2007

EL "INFIERNO" SE ABRE EN FRANCIA



El "Infierno" es el nombre que se le da a un sector especial de la Biblioteca Nacional de Francia.
Allí se encuentran algo más de 1.700 obras que, por su alto contenido erótico y por el hecho de estar ilustradas, habían estado separadas del alcance del público.
Ahora se ha hecho una selección de poco más de 300 de ellas, a fin de ser exhibidas en una muestra que se llama, acertadamente, "El Infierno de la Biblioteca".

No vayan a creer que se trata principalmente de libros "modernos".
Por ejemplo, podrá verse un valiosísimo manuscrito del "Roman de la rose", de Guillaume de Lorris y de Jean de Meung, del siglo XIV, en una de cuyas ilustraciones se puede apreciar a una tierna monjita recogiendo frutos....del árbol de los penes.

Otro ejemplo nos lo proporciona el infaltable Marqués de Sade, que posee el dudoso honor de haber tenido sus obras en el "Infierno" siempre, fuese cual fuese el gobierno de turno y por muy progresista en materia cultural que pareciese. Las ilustraciones que encabezan este post pertenecen a valiosísimas ediciones de "La filosofía en el tocador" y "Justine" respectivamente.

También se encontrarán diversos librillos y panfletos publicados en la época de la Revolución Francesa, alguno de estos últimos referido, por supuesto, a las supuestas aventuras eróticas de María Antonieta.

No ha de faltar alguna edición ilustrada del poema "Trilogie" de Paul Verlaine, la novela "La sorciere" de Jules Michelet o "Thais" de Anatole France.
Y no se crea, por la temática involucrada, que los artistas ilustradores sean desconocidos: por allí habrá un texto del poeta George Hugnet con dibujos del gran Dalí.

También se anuncia otro infaltable: "La historia de O" , catalogada por muchos críticos como la mejor novela erótica del siglo XX. En mi opinión (gustos son gustos) no contiene nada que no estuviera ya en las obras del pícaro marqués. Y con una gran diferencia: Sade no tuvo empacho en firmar sus obras, mientras que la autora de "La historia..." demoró cuarenta años en dejar caer su seudónimo (Pauline Reage) y dar a conocer su verdadero nombre, Dominique Aury (no era tan desprejuiciada, después de todo).

Bueno, ya lo saben. Si andan por París entre diciembre del 2007 y marzo del 2008, péguense una vuelta por la Biblioteca Nacional....y pasen al Infierno (para mayores de 16, eso sí).

Y si llegan a ver algún sonriente señor distinguido con aspecto de marqués....pídanle que les cuente una historia.

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